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Rinoceronte lanudo

Rinoceronte lanudoEl rinoceronte lanudo (Coelodonta antiquitatis) fue una especie de rinoceronte bastante común en Eurasia, en los años correspondientes al Pleistoceno (de unos dos millones de años hasta hace unos 10 mil años atrás).

Según los estimados, a partir de hallazgos fósiles, sobrevivió hasta el último período glacial y su etapa de auge se produjo hace alrededor de 30 mil años, cuando poblaciones de la especie habitaron áreas desde el centro de España y el sur de Inglaterra hasta Mongolia y el sur siberiano.

Por su relevancia en la época que habitó, y por constituir tal vez el antepasado más importante de los rinocerontes actuales, hemos querido compartir este artículo, en el que abordamos varios aspectos relacionados con el rinoceronte lanudo.

Desarrollo evolutivo. Adaptaciones

El rinoceronte lanudo es reconocido por la comunidad científica como el último miembro, y el más especializado, del linaje evolutivo de los rinocerontes del Pleistoceno.

Por esta razón, presentaba una serie de adaptaciones interesantes que le permitían desenvolverse a plenitud en su ambiente. Entre estas podemos destacar sus miembros cortos y un pelaje lanudo, de ahí el nombre, bien grueso, atributos que le facilitaban la existencia en escenarios de estepa y tundra, los mayoritarios en las áreas que habitaron por aquel entonces.

La morfología de los lanudos, al igual que la de los rinos que conocemos hoy, puede calificarse de conservadora, una característica heredada de los antepasados que vivieron en períodos anteriores. Así, tenemos que el pariente más cercano de esta especie entre los animales que actualmente habitan el planeta es el rinoceronte de Sumatra, lo cual ha sido demostrado gracias a estudios de ADN.

Otros rasgos distintivos

Además del pelaje lanudo y denso, la especie que nos ocupa se caracterizó por tener un cuerno chato, que le facilitaba buscar alimentos hurgando en el hielo y retirar la nieve del suelo en las grandes invernadas siberianas, lo que le exoneraba de tener que migrar, salvo para buscar el frío.

Este cuerno podía medir hasta cerca de un metro y también constituía un mecanismo de defensa frente a amenazas provenientes de otras especies u otros rinocerontes. De igual forma se utilizaba como un atributo sexual, protagonista en las férreas peleas que se producían durante la época de celo.

Su cuerpo era robusto y de grandes dimensiones, al punto de que un ejemplar ya desarrollado podía alcanzar un largo de 3,7 metros como promedio, con casos puntuales de hasta cuatro metros y medio. En cuanto a la altura, solían tener hasta dos metros, lo que unido a lo anterior y a una piel fuerte, patas extremadamente firmes y el color marrón oscuro de su pelaje, recreaba una verdadera mole animal, capaz de imponer respeto a cualquier otra criatura. En 2011 se encontró el fósil más antiguo de un rinoceronte lanudo, como podemos leer en esta noticia de El Mundo.

Patrones de alimentación

El rinoceronte lanudo, según estimados derivados de sus dientes y suposiciones asociadas al cuerno, era una especie herbívora y se alimentaba pastando.

A esa idea contribuye también el hecho de que en el estómago de ejemplares congelados se han hallado características que indican su especialización para la digestión de celulosa, aunque no pocos especialistas han sugerido que además podía haberse alimentado de hojas de árboles.

Reproducción y cría

En este aspecto no existen muchos datos o conclusiones con un fuerte basamento científico, pero a partir de los comportamientos de los actuales rinocerontes se estima con bastante seguridad que los lanudos se reproducían durante las etapas estivales, y que daban a luz mayormente a una cría, en ocasiones dos.

Período y causas de su extinción

El rinoceronte lanudo se extinguió alrededor del año 8 000 a.C. Ello ha podido establecerse mediante la datación por radiocarbono, aunque es incierta la precisión de esa prueba para la época citada.

Entre las causas que forzaron su extinción, junto a la de otros especímenes de la megafauna del Pleistoceno, destacan las naturales y, en menor medida y solo para algunos estudiosos, la caza de la que eran objeto por parte del hombre.

Algunas de esas condicionantes de la naturaleza fueron la elevación de las temperaturas, el retroceso de los glaciares y la consecuente disminución del hábitat de la especie, que fue muriendo ante la incapacidad para desarrollar nuevas adaptaciones que le permitiesen hacer frente al nuevo clima.

Asimismo, al igual que con los mamuts, hay hipótesis de que la extinción estuvo favorecida por una enfermedad que sobrecogió a todas las grandes especies de la época, la que en combinación con el cambio climático y la huella ecológica del hombre terminó por matar a la mayor parte de la megafauna, los rinocerontes lanudos entre ella.